martes, 8 de septiembre de 2015

CHELVA


El término se encuentra surcado por el río de Chelva o Tuéjar, que pasa al sur del casco urbano, y el Turia, situado más al sur. El primero forma una fértil vega, mientras que el segundo presenta un encajonamiento que hace difícil su cultivo. El resto del término presenta formaciones montañosas bastante abruptas, pertenecientes al Sistema Ibérico y dentro de éste, a los Macizos del Javalambre y Sierra de Utiel. Podemos también destacar las Sierra de Alcotas, la Sierra del Toro y el Pico del Remedio.

El término presenta una importante masa forestal, de Pinus halepensis, que ocupa algo más de 14.000 ha de propiedad en su mayoría pública, patrimonial del Ayuntamiento, y declarada de Utilidad Pública.

En el término de Chelva se puede reconstruir a la Prehistoria a partir de los restos arqueológicos de yacimientos Neolíticos, de la Edad del Bronce, pasando por importantes asentamientos ibéricos y romanos, de los que resta, aparte de algunas villas rústicas, el Acueducto de Peña Cortada.



Alcanzó gran importancia durante la dominación musulmana. En 1194, fue conquistada por Pedro II de Aragón, que la tuvo en su poder hasta 1214. Recuperada por los árabes, fue tomada por las tropas cristianas en 1238, sufriendo la rebelión del caudillo árabe Al-Azraq.

Durante la reconquista, producida en el año 1237, se menciona la donación por parte del rey Jaime I a don Pedro Fernández de Azagra (Señor de Albarracín) de los castillos y villas de Altura y Chelva, así como las alquerías de Cárcer y Gátova.

Repoblada de cristianos, en 1390 Juan I de Aragón la instituyó cabeza del vizcondado del mismo nombre, donándola a Pedro Ladrón de Vilanova, a cuyos descendientes otorgó Felipe II de España título de condes de Sinarcas en 1597, y de manos de los cuales pasó a ser de los duques de Villahermosa.

En Chelva convivieron las tres grandes culturas de nuestra civilización: musulmanes, judíos y cristianos, que cohabitaron pacíficamente, en un ambiente de tolerancia hasta el siglo XVII.


Durante las Guerras de las Germanías la ocupó una columna de agermanados. En las Guerras Carlistas estuvo varias veces en poder de las tropas del pretendiente, siendo fortificada y convertida en hospital por Cabrera en 1839.

4 comentarios:

  1. Un pueblo con mucha cultura , interesante

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    1. Más que cultura con mucha historia, es el pueblo de mi padre. Pero cultura también tiene, por supuesto.

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  2. Vale,historis quería decir, pero cuando busco la palabra adecuada no me viene, pero gracias por recordarmela.un abrazo

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    1. Para eso estamos los compañeros para ayudarnos, a mi me pasa igual, y es horrible porque sabes que quieres decir pero no sabes expresarlo. Otro abrazo para ti

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